La noche huele a tinta, a desesperación. La escritura es una broma que tiene por principal atractivo la irrealidad de sus manifestaciones.
La noche desbordada de un silencio tan antiguo como inhumano. La noche infame, extraña, muda.
Noches en las que me gusta ser interminable búsqueda, cabeza desesperada adentrándose en los vastos espacios del desaliento.
La atracción de la tierra disminuye para aquellos infelices que han dejado de pertenecerle, ejercitándose en el arte de la desaparición.
El mundo es el torrente del tiempo en el cual irrumpen seres que temen la muerte. A veces, ese temor, se manifiesta de formas magnificas.
La noche desbordada de un silencio tan antiguo como inhumano. La noche infame, extraña, muda.
Noches en las que me gusta ser interminable búsqueda, cabeza desesperada adentrándose en los vastos espacios del desaliento.
La atracción de la tierra disminuye para aquellos infelices que han dejado de pertenecerle, ejercitándose en el arte de la desaparición.
El mundo es el torrente del tiempo en el cual irrumpen seres que temen la muerte. A veces, ese temor, se manifiesta de formas magnificas.
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