Aquella palabra que intenta formularse en mi boca o bajo mi mano, me gustaría aprehenderla en la memoria.
Reconozco mi impotencia, no puedo contenerla.
He comprometido mi temperamento a cazarla. Puede llevar días enteros su sensación y desaparecer cuando tengo mayor conciencia.
La he visto planear cerca de un árbol, la acecho.
Un apetito descarado me inflama, tenso con desagrado el arco.
Sé que no ha caído a tierra, que vuela con gran decisión por sobre mis certezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario