De los lazos que me unen a la noche
La noche huele a tinta, a desesperación.
La escritura es una broma que tiene por principal atractivo la irrealidad de sus manifestaciones.
Se escribe en un estado anterior a la locura:
- ¡Cual poseso infame, subordinado a melodías nocturnas!
- Con frecuencia, todo es un mal entendido.
De noche, me gusta ser interminable búsqueda,
cabeza desesperada adentrándose en los vastos espacios del desaliento.
La noche es el fondo del mundo
fuente misma del lenguaje:
- deseo el misterio de la muerte;
viajando solitario, intruso.
(acostumbrado a pensar en la muerte
el horror de su cercanía me parece tan habitual
que
morir para pensar
resulta apenas una frágil
caída)
*
De su fondo,
intento sustraer aquella frase luminosa,
arrogante,
desordenada hasta la saciedad.
Tu retrato certero, evanescente.
- Para cuanto podría saber de ti, me digo,
no es posible pensarte sino efímera,
tu voz entre sueños, balada nocturna.
De noche, una irresistible pasión por la belleza:
el secreto de la creación fulgura en la memoria.
Los sentidos intentan estallar.
**
Entregado a la escritura mientras dormito: ejercicio de traslado.
Intento hacer corresponder el lenguaje del sueño
con las letras.
Gesto irrefrenable que busca continuar el sueño,
esfuerzo por recuperar la dicha de la transformación,
de la materia mutable.
Escribir tras el sobresalto,
al pie de la cama,
posterior al sueño.
Es posible encontrar el instante perfecto para desaparecer.
***
La escritura - vía de acceso a la noche:
promontorio ritual de quien se consagra a lo intemporal.
La escritura - poder del desarraigado:
desde las primeras palabras,
la exigencia de un nuevo reino,
lejano,
sin porvenir ni pretensión.
Mis manos han sido cómplices de palabras que interrogan a la noche.
Cómplices de su irrupción falaz.
Dejé caer palabras entrecortadas.
Frases ajenas, errores.
Ante el silencio que sobrevino,
un presagio de fuga, de persecución.
****
La cualidad de la sustancia noche es persistir sobre los nervios.
Hay quien advierte por vocación el estudio de esa sucesión inalterada.
Noche: reverso de la vida,
experiencia desmesurada, privilegiada.
En su espacio ilimitado es posible cualquier contacto anómalo.
Se indaga sobre sus versiones,
se espera llegar a aquella que sucede violenta,
en el silencio soterrado del sueño.
La escritura - violencia en el silencio inmóvil.
Una mano teje espíritus,
gira sobre la
hoja,
traza el signo del dolor
lunes
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