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Mexico
No rememoro tiempos en que no fuera de noche, de manera que no he tenido jamás forma distinta para señalarte que no fuera este distraído y atento juego de una mano que no diviso. Giorgio Manganelli





jueves

Vivo en la llanura, en el complejo. Me digno a seguir con la esperanza de verte de nuevo. Muchas veces sueño que te encuentro y estas luminosa y también estoy lo suficientemente bien y te decides a regresar no por algún mal presagio, sino porque es la única respuesta que te hace feliz. Caray, nunca, ni en los momentos de más suerte, podría encontrarte en lo obtuso de la ciudad. Un detalle me mantiene y es que creo que cada movimiento, por mínimo que sea, está o puede ser guardado por tu mirada. Nunca te gusto sentarte a esperar ver caer la tarde, siempre salías a buscarla y era mejor si te encontraba andando. Por eso, estoy seguro que ya nos hemos encontrado, que me miras antes de notarlo y desapareces en cuanto entiendo que estas ahí. Es mejor, me digo. De otra manera me habrías dejado morir. Sé que estas dentro o fuera, no importa, cuidándome. Nunca tuvimos lugares habituales, así que puedo andarme en cualquier dirección sin la angustia de errar los pasos.

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